Obligación

sábado, 8 de noviembre de 2008

 

Cuando por fin tomo coraje y enfrento a los que tengo que enfrentar, planteándoles por primera vez lo que quiero... lo que de verdad quiero, y que no es una idea del todo descabellada, ellos construyen, entre mis sueños y yo, un muro conformado por principios antiguos, ideales gastados y rencores de sueños no logrados.
Ellos ya han pasado por batallas sobre ideas y planes peores, más drásticos, menos "planeados", más incoherentes que los mios... pero parece ser que soy la única que queda, que ya no hay más nadie... que ya no existe quien pueda seguir con lo que yo estoy realizando, a pesar de que lo aborrezca.
Me dicen que es mejor que siga así, que mi futuro está asegurado, que eso fue algo que costó mucho conseguir y que no se justifica que de un día para el otro lo deje a un costado.
Y comienzan los ataques a mi conciencia... que si yo no estoy se termina todo, o mejor dicho... que por culpa de mis locas ideas de seguir con mi vida y de intentar ser alguien y dejar de ser la persona mediocre que soy, dejo a alguien a la deriva. Pero... no soy la única persona parada en esta Tierra. No soy lo suficientemente grande como para poder llevar a cuestas la carga que me están obligando a llevar. No viví lo suficiente como para aceptar morir encerrada. No soy lo suficientemente conformista como para aceptar lo que me dan a cambio de mis ideas de libertad.
Puede que terminen teniendo razón... No lo se... y justamente porque no lo se quiero averiguarlo por mi misma. Quiero dejar todo a la suerte por primera vez y equivocarme en grande, para volver por convicción propia y no por obligación ajena.

1 Plumas se volaron:

Cheyo Pimienta dijo...

¡Y es que el concepto de Mediocridad es tan relativo...!

Tómame a mi como ejemplo: la mayoría de mis amigos de infancia están casados, tienen casas, autos y esposas con hijos que les cocinan y les lavan la ropa... y me llaman mediocre por carecer de todas esas cosas, pero cuando me despierto a la vera de algún camino en el campo y escucho los mil ruidos de la naturaleza, en esa larga libertad de la que disfruto, me da por pensar que no aspirar a tal libertad de acción, movimiento y actitud es la verdadera mediocridad; esclavizarme a la imagen que los demás pretenden que deben ser las cosas no es una opción, es mediocre....

un beso Romy ^ ^