Las yemas de tus dedos recorren mi espalda, erizándome la piel.
Tu boca roza mi cuello, descubriendo sin saber mis puntos más débiles.
Tus brazos me estrechan contra tu cuerpo, fundiendonos en uno... Ya no somos dos.
Las palabras no hacen falta, nuestros labios expresan todo en sonidos mudos.
Ya no somos dos... somos solo uno.
Solo uno...
Uno...
Despierto. Recorro con mi vista la habitación. Vuelvo a apoyar mi cabeza sobre la almohada con un dejo de tristeza en mi cara. Ahora soy solo yo... Vos estás lejos, aunque en mi sueño parecias tan cerca que puedo revivir cada pulgada de tu cuerpo...
Ahora soy solo una... Ahora soy solo yo...
sábado, 31 de marzo de 2007
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1 Plumas se volaron:
Muy bueno Romy , sutilmente seductor !!!
Rosana
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