Pienso que la muerte es un ángel con forma de hombre que, cuando viene a llevarte, posa sus labios sobre los tuyos y te saca el alma del cuerpo, llevándola consigo para toda la eternidad.
Cuando besaba tu boca te daba en cada beso un poco de mi alma, y cuando te fuiste, cuando te marchaste dejandome sola, quedé con el alma deshecha, hecha jirones.
A pesar de eso, a pesar de que ya no tengo el alma completa, le vendería un poco más de ella al diablo que eres, por rozar nuevamente tus labios, por besar un poco tu boca tan solo un segundo más... un segundo más...
lunes, 3 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 Plumas se volaron:
Publicar un comentario