"El círculo mágico"

viernes, 10 de agosto de 2007

 

"(...)
Se agachó para apagar la música, me estrechó entre sus brazos en el prado y nos movimos despacio en un círculo, casi flotando. Sam me abrazaba con suavidad, sólo lo suficiente para darme apoyo. Su rostro curtido, con la nariz recta, la barbilla hendida y las pestañas que proyectaban su sombra a unos pómulos fuertes, me recordaron entonces los de un poderoso espíritu protector. Acercó los labios a mis cabellos.
- He aprendido algo de los manuscritos de Pandora- me comentó- En una primera versión de un texto alquímico medieval ( "El círculo mágico de Salomón el Mago" de Goethe) se afirma que los ángeles no hacen el amor como los seres humanos. No tienen cuerpo.
- ¿Cómo lo hacen?- le pregunté.
- De una forma mucho mejor- respondió-. Se mezclan entre sí y durante un breve instante se convierten en un solo ser. Pero por su puesto, los ángeles no poseen substancia. Están formados por rayos de luna y polvo interestelar.
- ¿Te parece que somos ángeles?- sugerí, mientras me recostaba en sus brazos con una sonrisa. Sam me besó.
- Opino que deberíamos mezclar nuestro polvo interestelar, ángel- anunció.
(...)
De niños, Sam y yo habíamos entrado juntos en la luz. Ahora íbamos a hacerlo de nuevo. Era consciente de que esta vez iba a ser muy distinta a la anterior. Los dos nos íbamos a transformar en un solo ser en esa mañana de primavera entre las flores silvestres.
Y esta vez, ya no tenía miedo.

Mientras estaba en los brazos de Sam horas más tarde, en lugar de absorbida, me sentía revitalizada, como si hubieran inyectado en mis venas una substancia ligera, burbugeante y efervescente.
- ¿cómo describirías eso?- le pregunté mientras entrelazaba sus dedos con los míos- ¿Qué nos ha pasado?.
- Si necesitas asignarle una palabra, yo diría que el término técnico es "orgasmo mutuo"- dijo Sam-. Un orgasmo mutuo muy largo. Más o menos un orgasmo mutuo ininterrumpido, largo, continuado y sin fin.
Le puse la mano en la cara.
- Por otra parte- continuó, sonriendo mientras me besaba el hombro desnudo-, podrías simplificar mucho las cosas y llamarlo amor. ¿Te sorprende?.
(...)"

"El círculo mágico", por Katherine Neville


PD: Otra de las mejores novelas que he leido.

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