Lo que ya no...

viernes, 3 de agosto de 2007

 

Me estoy convirtiendo en una persona normal, común, y eso no me gusta.
La normalidad y lo común es malo, porque aburren... es todo igual, no hay cambios, no posee matices, no varia...
Me encanta ser poco normal, tener mi locura, ser ciclotímica, tener mis malos humores y mis momentos de rayes extremos.
Me gustan los momentos de depreción, porque no se que sucedera luego... puede que a los cinco minutos me este descostillando de la risa.
Me gusta no llorar lo que pierdo, a pesar de que eso sea peor que lo opuesto. Porque la tristeza y el dolor se quedan dentro y no son expulsados, y la pérdida se hace más presente cuando la llevas dentro, al lado de todos los recuerdos.
Me encanta hacerme la fuerte, para luego hacerme la debil y terminar haciendo lo que muchas veces hice en situaciones parecidas.
Me encanta ser la más orgullosa de todas, para luego tragarme una a una mis palabras.
Me encanta ser indecisa hasta el último momento, porque creo que así las desiciones son las verdaderas, las que en realidad queres tomar y que si te pones a pensar y a evaluar no tomarias.
Me encanta arrepentirme de lo que hago, porque creo que seria muy triste arrepentirme de no haber hecho algo.
Me encanta amar como amo y sufrir como sufro, porque los dos sentimientos son las más grandes fuentes de inspiración que tengo.
Me estoy volviendo una persona normal, común, y eso no me gusta... estoy perdiendo mi escencia, mi amor, mi sufrimiento... estoy empezando a llorar lo que ya no tengo.

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